Gobierno Federal, Gobierno del Estado de Río de Janeiro,
Secretaría de Estado de Cultura y Economía Creativa de Río de Janeiro,
a través de la Ley de Aldir Blanc presente
La poética de la luz de Vicente de Mello en “Limite Oblíquo”
La nueva exposición del fotógrafo - quien tiene marcada su trayectoria en el campo artístico
reflejando las posibilidades de configurar el lenguaje fotográfico - sucede
en el Palacio Imperial, Rio de Janeiro, de 25 de febrero a 25 de abril
Vicente de Mello | Límite oblicuo frunces 44 obras inéditas en fotografía digital, realizado en casa, durante el período de aislamiento social. Las imágenes capturadas ratifican la mirada poética y reflexiva de Vicente de Mello, que tiene el don de replantear objetos promoviendo una inmersión en la imaginación de quienes los ven. Nada es obvio en tus fotografías, ni el título de cada una de sus obras. La muestra incluye el trabajo Resaca la serie Monolux.
- Sus obras se desarrollan a partir de elementos de fábula del universo que lo rodea., recortando perspectivas imaginarias que se convierten en invitaciones a la deambulación ficticia - dice Aldones Nino, Comisario de la exposición. La fotografía y su historia reciente son hitos citados y comentados por Vicente, cuando reinterpreta la estética y lo subjetivo de los procesos fotográficos como condición de su creación, incluyendo las posibilidades de expandir el lenguaje fotográfico al entorno.
Fan de coleccionar, Vicente desarrolló una técnica de archivo que reelabora el objeto en sí, proponer nuevos diálogos formales, como se explora en la serie Lapidus (2013), formado a partir de su colección de piedras; Monolux (2017-2020), formado por su colección de objeto encontrado y Diluciones instantáneas (1990-2020), idealizado con su colección de polaroids. En Límite oblicuo, tu colección de sedimentos de resaca, recogidos en la playa de Itacoatiara, Niterói, Imágenes generadas que tienen su génesis vinculada al impacto de eventos climáticos extremos en el océano., que se reordena en manipulaciones poéticas.
Vicente mantiene la costumbre de coleccionar y almacenar objetos desde pequeño. - Siempre quise detener las cosas que me instigan a mi alrededor., que me atraen. Esta colección, por ejemplo, comencé cuando tenía tres años, tiempo cuando mis padres compraron un terreno en Itacoatiara, y me encontré fascinado con las conchas, ramas y otros objetos de formas interesantes que encontré en la playa después de las olas del mar - revela.
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Límite oblicuo es el resultado de ese recuerdo guardado durante tantos años. Recluso durante a pandemia, período definido por él como "tiempo de espera", inmerso en su trabajo y decidió dar vida a los sedimentos usando su mesa de luz. Dice que tomó la caja con el sedimento y la puso una a una sobre la mesa., fotografiar las imágenes con la luz que viene de abajo hacia arriba. Cada pieza fotografiada se colocó en otra caja.. Cuando este primer proceso terminó, reiniciado un segundo, tomando los sedimentos ya fotografiados de la segunda caja para reensamblar otras posibilidades. Uno por uno, todos volvieron a la caja original..
- Todo se hizo en dos noches. – afirma Vicente, al revelar que no tenía idea de cuál sería el resultado de las imágenes creadas contra la luz, el reverso del marco. En el extremo, un universo de sombras y alegorías. - Un cosmos de imágenes con sedimentos reconfigurados por los contrastes formados por la obstrucción de la luminosidad - aclara.
- La serie de Vicente de Mello aborda elementos y características del medio fotográfico como la luz, la cámara oscura y la
posibilidades de encuadre, tensar y subvertir las posibilidades expresivas del lenguaje fotográfico. Sus contribuciones al desarrollo de la historia de la fotografía se expresan a lo largo de sus tres décadas de carrera. - dice el curador.
Sobre Límite oblicuo, presentación presentada por el Gobierno Federal, Gobierno del Estado de Río de Janeiro, Secretaría de Estado de Cultura y Economía Creativa de Río de Janeiro, a través de la Ley Aldir Blanc, Aldones explica que la posición de la luz se invierte a lo largo de la mesa como un punto luminoso, donde las ruinas de la resaca impiden que la luz llegue a la lente de la cámara digital. - Un revés similar a lo ocurrido en la producción de Oswaldo Goeldi, quien inicialmente hace dibujos al carboncillo, grafito y tinta, arañazos en su mayoría negros sobre fondo blanco, y después de usar el grabado en madera, comienza a contornear las imágenes como un destello abierto en las vetas de la madera en contraste con la superficie oscura, registrando incisiones de luz como en Felino (1935) y desde el fondo del mar (1955).
- La obra de Vicente empieza a dar vida al yermo del mar, que está designado, adquiriendo contornos vivos, recorridos por el horizonte que incluyen diferentes personajes, narrativas de la antigüedad clásica, referencias históricas y geográficas, además de alusiones a la protohistoria - concluye Aldones.
La asamblea de Límite oblicuo también es singular. – Es un juego visual que se refiere al movimiento de las mareas.: cuando el mar se retrae toma lo que encuentra en la orilla; cuando el tiempo, Devuélvele a la arena lo que encontró – afirma Vicente.
SERVICIO |
Exposición: Vicente de Mello | Límite oblicuo |
Período: de 25 de febrero a 25 de abril de 2021 |
Curadoria: Agrega Nino |
Producción: Rodrigo Andrade | AREA27 |
Local: Palacio Imperial – Plaza XV de Novembro, 48 |
Horarios: Martes a viernes de 12h a 18h – Fines de semana y festivos de 12h a 17h |
Más allá del espectáculo, Se programan visita guiada y conferencia con el artista y el comisario., publicación bilingüe, en formato digital, y entrevista disponible en el sitio web, con traducción en libras y subtítulos en inglés. |